Capitulo 23
No es que Patricia se arrepintiera. Lo que había dicho antes de su alma dispersarse aún segula siendo válido.
Aunque tengo algunos arrepimientos, no me arrepiento
-Sin embargo, habla algo que no había dicho en ese momento.
151 hubiera ima próxima vida, ya no queria volver a amar a Ramón. |
Ese día, realmente pensé que desaparecerla por completo.
Pero ahora, que tenía sma nueva oportunidad para vivir, ya no queria enredarse más con Ramón; quería vivir para ella misma.
Cuando Patricia despertó de su sueño, ya eta por la tarde del día siguiente.
El fuerte olor a desinfectante y el techo blanco puro, el dolor vago de la aguja en el dorso de sa mano y la pequeña bolsa de suero a un lado, le indicaron de inmediato donde estaba
Miró hacia su lado y vio a Ramón a su lado, en
El estaba encorvado junto a la cama, y parecia que no habla descansado bien. Se podía ver la barba de su mentón, lo que indicaba que probablemente no habia descansado nada esa noche.
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Si hubiera sido antes, quizás le habría dolido, o tal vez se habria sentido atraída por él. Pero en este momento, al mirarlo, sus sentimientos eren muy
El Señor Mortius habia venido averla antes y le habia contado algo. Cuando non hizo un trato con él, decidiendo usar todo su tiempo y riquezas futuros para conseguir su última vida, se suponía que ambos debian borrar todos sus recuerdos.
Sin embargo, Ramón, no se sabe como, logró dejar un recuerdo suyo, incluso consiguió una piedra de destino y grabó sus nombres en ella. Esto era la razón por la que, aunque Patricia y Ramón tenien recuerdos vagos o ninguno, aún se atralan mutuamente.
Por eso, el Señor Mortius vino y le devolvió todos los recuerdos a Patricia.
Sacó sus pensamientos de las memorias y los volvió a centrar en Ramón, cuyo rostro se encontraba ahora frente a ella. De vida en vida, él siempre habia sido tem autoritario.
Cuando Patricia le gustaba, él la rechazaba, pero cuando ella ya había decidido dejarlo, el regresaba tras ella, dispuesto a gastar todo por estar con ella. Patricia levantó ligeramente su mano y la dejó descansar suavemente sobre su rostro, acariciando su contorno.
Ramón, lo que siempre ha sido un obstáculo entre nosotros no es la edad, sino to
Aunque su gesto fue muy love, como él ya no dormia profundamente, sintió su toque y despertó
Al ver que Patricia habla despertado, los ojos de Ramón se llenaron de sorpresa y de miedo, y se apresuro a buscar el timbre para llamar el médico, pero
ella la detuvo con su meno
-No estoy mal, no es necesario que llames al médico.–Pausó un momento y luego, su tono volvió a ser el distante y frío que tenia cuando se conocieron.–Voy a pagarte los gastos médicos, gracias por trieme al hospital
Patricia vio cómo se quebraba la luz en sus ojos, y no pudo evitar sentir un dolor en su corazón. Sin embargo, no le dejó ningún atisbo de esperanza – Ramón, no voy a gestar de ti. No somos compatibles
Ramón se quedó atónito al escuchar esto. -¿No somos compatibles? Pero estos días no hemos estado levandonos bien, por qué dices que no me gustas? Yademás, antes de que te desmayeras, tú ibas a decirme que s[…
La última frase no salió de sus labios. Tema que si la decía, descubriria que t
ue todo lo que habla ocurrido hasta ese momento no había sido más que su proplo deseo, un simple acto de autoengaño.
Ramón se connivo, pero Patricia no pareció percatarse de su inquietudo duda, y siguió golpeando con dureza lo que quedaba de su dignidad.
Llevándonos bien solo porque te traté como un amigo. Lo que quiero decir es que no me gustan los chicos más jóvenes que yo
Patricia miró egotero frente a ella. El líquido que quedaba no era mucho, pero alcanzarla para un rato más,
Pesado un largo tiempo, finalmente levantó la vista hacia Ramón y esbozó una sonrisa
Ramón, tú decías que yo era muy joven, demasiado tinida para admitir que me gustabas, y dejaste que mi amor por ti fuera desperdiciado por ti y por
prometida
Ahora, todo eso, te lo devalvo.
Ramón, vete
Desde el momento en que hice el in
Trato con el Señor Mortius, dejé de esperar que t
tú te volvieras hacia ml.
Nunca lo hiciste alles.
Y ahora, naturalmente, ya no lo necesito