Capitulo 19
El tazón de arroz con leche se volcó de inmediato, la mayoria del contenido se derramo hacia el otro lado, y parte de él cayó sobre la ropa de Ramón.
Lo único afortunado fue que Patricia no se quemó
-¡Ah!
No esperaba que el arroz con leche estuviera tan caliente. Sintió un dolor agudo en el pecho y el abdomen, y no pudo evitar inhalar profundamente
Al escuchar el sonido de dolor, Patricia se asustó y rápidamente le pregunto: ¿Estás bien?
Ramón respiró varias veces para calmarse, y finalmente, levantó la mano en señal de que no era nada grave: -Estoy bien, lo siento mucho, fue mi culpa, derramé tu arroz con leche. Déjame comprarte uno nuevo.
Se disculpó de una manera tan rápida y directa que Patricia no pudo reaccionar de inmediato.
¿Cómo es posible que alguien que se ha lastimado sea el primero en disculparse y ofrecer compensación?
Además, en este caso, no era todo culpa de él.
-No hace falta, yo me lo compro. -Miró el arroz con leche derramado en el suelo con algo de pena, pero sacudió la cabeza y, desde su bolsillo, sacó un pañuelo de papel que le ofreció a Ramón, señalando la mancha de arroz con leche en su ropa con preocupación.–El arroz con leche no es caro, pero ¿ estás seguro de que no te has quemado?
Ramón tomo el pañuelo y, con cuidado, abrió su camisa para limpiarse el arroz con leche de encima, sonriendo timidamente después.
Justo en ese momento, Andrea regresó, sorprendida al ver la escena: -¿Qué pasó aquí?
Después de que Patricia le explicara rápidamente, Andrea mirá el comedor vacio y luego volvió a fijarse en ese hombre que no parecia dispuesto a irse. De repente, entendió algo, pero no le dijo nada a Patricia. En cambio, soltó una risa.
-Siempre dicen que no hay amistad sin conflicto. Aunque no se hayan peleado, parece que están destinados a conocerse.–Dicho esto, bajó la cabeza y susurró a Patricia al oido. Se ve bastante guapo, ¿qué te parece? ¿Deberiamos intercambiar números y conocernos un poco más?
Sin esperar respuesta, Andrea se acercó a él y le tendió la mano
—Ella es Patricia, yo soy Andrea, somos de segundo año. ¿Y tú, como te llamas?
Al oir que eran de segundo año, Ramón se sorprendió un poco, pero rápidamente se recompuso y se presentó:-Hola, soy Ramón, de primer año. Andrea levantó una ceja, miró a Patricia con una sonrisa traviesa y comentó–Vaya, es un novato, ¿eh?
dio cuenta de algo raro: -¿Estás ocultándome
Los tres intercambiaron números de contacto, y cuando regresaron al dormitorio, Patricia finalmente se d algo?
-¿Eh? ¿Qué pasa?-Andrea miró a Patricia, claramente confundida. -¿Qué te estoy ocultando?
De repente, Andrea abrió los ojos, como si hubiera comprendido algo y, sin querer, elevó un poco la voz–¡No puede ser, ¿no te has dado cuenta? Ese novato está interesado en til
En el dormitorio, había otros compañeros que no tuvieron que participar en la ceremonia de izado y no se levantarian hasta después del mediodía, si es
que no tenian clases.
Un ruido sutil provenia de las cortinas de las camas separadas, y los oidos de Patricia se pusieron al instante de color rojo. Rápidamente, se acercó y tapó la boca de Andrea, susurrando para detener su charla insensata.
¡Callate! Solo lo conocí una vez, y ya estás diciendo esas cosas. ¡Y hablas tan fuerte, vas a despertar a todos!
Andrea, sin querer, levantó la mano de Patricia y estaba a punto de responder cuando otra cabeza apareció por detrás de las cortinas de una cama, brillando con una curiosidad desbordante,
-¿Qué? ¿Quién le gusta a quién?